Hay dos maneras de alimentar y nutrir a nuestros pacientes. Tanto perros como gatos pueden alimentarse con alimentos balanceados comerciales o con comida natural preparada. La elección depende de muchos factores, pero tal vez al mas importante es el tiempo y las ganas de los cuidadores de comprar, preparar, cocinar y balancear los nutrientes. La mayoría por una cuestión de tiempo prefieren darles el alimento balanceado. En este caso es fundamental elegir el de mejor calidad durante el primer año de vida. Los alimentos balanceados de cualquier marca se clasifican en tres categorías. Los super premium, los premium y la porquería. Los tres tienen pollo como componente. Uno tiene pechuga, otro harina de hueso y el tercero pico y plumas. No solo cada etapa de la vida necesita un tipo diferente de alimentación sino también el tipo de animal y la susceptibilidad a reaccionar a ciertos ingredientes. Si está presente alguna patología: diabetes, obesidad, problemas hepáticos o renales, tendremos que buscar o preparar una dieta especial. En nuestra consulta vamos a estudiar cada caso en forma individual e indicar un tipo de alimento para cada uno. Las dietas naturales también tienen lo suyo. Depende de los ingredientes, si estos son crudos o cocinados, si se dan huesos crudos o no se dan, si hay que suplementar con vitaminas, ácidos grasos, nutracéuticos, probióticos etc. Si le damos arroz común, integral o ninguno. Si le agregamos salvado de trigo, aceite, levadura etc. Hay alimentos prohibidos o sólo hay que darlos en su justa medida: huevo, cebolla, ajo, chocolate, huesos, carcaza de pollo etc. Hay que tener en cuenta que los gatos son carnívoros estrictos y no conviene usar hidratos de carbono en sus dietas y en las insuficiencias renales hay que restringir las proteínas pero no suprimirlas. Como homeópatas vemos y estudiamos la individualidad. Lo que es bueno para uno puede ser malo para otro.