Es una enfermedad que no tiene cura, pero que se puede tratar con homeopatía y regeneración biológica para que nuestro perro no sufra y tenga una buena calidad de vida.
Es una afección que padecen nuestros amigos perrunoss, sobretodo de razas grandes y pesadas, que va deformando las caderas, terminado en una artrosis deformante crónica, que produce dolor en diferentes grados y cambios en la vida de nuestro amigo.
Es genética, es decir que se transmite de padres a hijos. Pero no siempre un padre con displasia produce hijos con displasia y también hay casos en que padres sin displasia producen hijos que sí la tienen. Misterios de la genética
Es que la displasia no es algo puntual como prentenden algunos investigadores, no es un problema de la cadera solamente, sino que es un problema de todo el perro. Un perro no es un mecano que se arma y se desarma. Recordemos que los seres vivos salen de una sola célula, que se divide y produce un perro o un gato o una persona. Esa unidad la mantenemos siempre. Volviendo a nuestro problema, no tiene que ver con los huesos solamente, sino que es fundamentalmente un problema de los ligamentos y tendones. Se produce en animales que tienen los tendones elásticos. Es decir que se estiran. Esto que es algo muy útil para animales flacos y largos como los galgos o los felinos, no lo es tanto para un Ovejero alemán o un Golden o un Dogo de Burdeos, que son animales pesados, fuertes, más duros que elásticos.
Pero a veces la naturaleza, sobretodo cuando el hombre interviene en ella, produce estos problemas de adaptación. Elasticidad aumentada en un cuerpo firme y pesado. Eso tiene que ver con la predisposición y con la susceptibilidad a enfermarse.
Allí es donde la homeopatia va como pez en el agua. Ya que es posible disminuir las consecuencias de esta grave enfermedad si desde cachorritos podemos dar remedios que modifiquen la tendencia a formar fibras elásticas de más. Es muy importante hacer un tratamiento preventivo en los cachorros que tengan algun riesgo de tener esta enfermedad. Es que si las articulaciones están reguladas y ajustadas por tendones y ligamentos con muchas fibras elásticas se van a mover y si el animal es pesado eso produce un choque entre los huesos de la cadera y estos huesos con el tiempo se van deformando, produciendo incongruencias en el movimiento y todo termina en deformación de la articulación y la artrosis consecuente. Y lo más temible: inflamación y dolor.
Si tenemos al cachorro se le dan medicamentos para prevenir o disminuir esa tendencia y si tenemos al adulto ya con el problema formado, hay que quitar el dolor y la inflamación sin producir problemas secundarios: gastritits, constipación, acostumbramiento etc. Allí es donde la homeopatía reina. Si entran en mi pagina web podrán leer el porque me hice homeópata. Un caso de displasia de cadera tratado con medicamentos homeopáticos.
Nunca en mi vida tuve que sacrificar a un perro con displasia de cadera. Ese miedo que tienen muchos, porque un vecino le contó que le paso algo así, hoy en dia no es posible. Hay cientos de tratamientos para la displasia. Desde los quirúrgicos, que se pueden hacer en determinados casos, hasta los suplementos nutricionales como el condroitin sulfato o la glucosamina o los precursores del cartilago como la gelatina en polvo, hasta los concentrados celulares y la homeopatía.
Por lo tanto no hay que preocuparse mucho pero si hay que ocuparse en el tema si nuestro perro es de una raza predispuesta o ya tiene el problema. Cuanto antes lo podamos equilibrar mejor será.
Salud y alegría.
Hasta la próxima.