El gran poder que tienen las drogas homeopáticas naturales radica en su dilución.
Sabemos que toda sustancia introducida en el organismo tiene dos acciones:
Acción primaria: es la que ejerce por su presencia. Un analgésico como la aspirina produce primariamente analgesia. Un antiinflamatorio como la dexametasona produce primariamente antiinflamación.
Acciones de los medicamentos homeopáticos
Acción secundaria: es la reacción del organismo a la acción del medicamento. Esta es de sentido contrario a la primaria. Según se comprueba por la segunda ley de termodinámica de Newton. Por lo tanto si damos un analgésico el cuerpo reacciona produciendo más dolor. Si damos un antiinflamatorio, producirá mayor inflamación. Es por ello que en casos crónicos deberemos aumentar la dosis de las drogas para dominar a esta acción secundaria
METODOLOGIA.
El correcto “estímulo homeopático” depende, no sólo de la elección del remedio correcto, sino también del correcto dosaje (potencia) y de la correcta frecuencia con que se administra.
Dosis. No esta relacionada al tamaño del cuerpo sino al dinamismo observable entre el organismo y la enfermedad.
Las medicinas homeopáticas se presentan en: líquido, polvo, cristales, glóbulos (gránulos o pellets), tabletas, inyecciones o lociones. Un remedio homeopático debe darse en la menor dosis posible que produzca el máximo beneficio. Según C. Day el término dosis es usado para describir no el número de tabletas, gotas o cantidad de polvo sino la potencia, frecuencia y duración.
Particularmente me mantengo en el concepto de dosis como cantidad de medicamento. Recordando que en homeopatía una dosis es la cantidad mínima en actuar y al igual que las vacunas, no interesa los miligramos por kilo.
Potencia. Se selecciona de acuerdo a:
• Las potencias altas en casos agudos, cuando el organismo esta dinámicamente robusto y los síntomas mentales son los prominentes.
• Las bajas potencias pueden ser seleccionadas para la enfermedad crónica, en una constitución debilitada y en enfermedades en donde la patología localizada es la predominante. Por ej. insuficiencia renal
Frecuencia. Es determinada de acuerdo al dinamismo de la enfermedad y la respuesta del paciente a la medicación. Las afecciones agudas serias requieren de mayores frecuencias que las enfermedades crónicas. En general la repetición de la dosis solo se da cuando los efectos de la primera han desaparecido y los síntomas persisten o reaparecen.
La duración de la medicación es gobernada por la respuesta del paciente a la terapia. El tratamiento deberá seguir hasta que se retorne al estado de salud.
La selección del remedio homeopático depende no del nombre de la enfermedad sino del paciente. Dos pacientes diferentes que padezcan la misma enfermedad requerirán dos diferentes medicamentos homeopáticos. Esta diferencia produce confusión a los estudiantes que fueron enseñados y entrenados para utilizar drogas especificas para condiciones especificas.
“El nombre de la enfermedad está dado por el nombre del remedio que la cura”
Un remedio homeopático dado, puede servir para muy diferentes enfermedades de distintos individuos, siempre que estos tengan una “imagen” de síntomas parecidos a la “imagen” de nuestro remedio. Por ej: el remedio homeopático llamado Arsenicum album puede ser seleccionado para tratar: gastroenteritis, peritonitis, insuficiencia renal, dermatitis, inquietud nocturna, asma, y muchas otras condiciones, si el cuadro que presenta el paciente corresponde al cuadro de Arsenicum album.
Esta forma de tomar el caso y elegir el medicamento requiere un cambio en la filosofía médica del estudiante de homeopatía.
Fuerza vital
Hemos hablado de la llamada fuerza vital. La podemos definir como la energía que hace funcionar al cuerpo. Es lo que se pierde con la muerte. Es la que antecede a todas las funciones corporales, incluso las defensivas. Existe toda una teoría y una historia del llamado “vitalismo”. Desde Paracelso, Von Helmont, hasta Einstein, Heisemberg y Capra.
Desde el “soplo de vida” hasta la teoría de relatividad, la teoría de campo y la teoría cuántica, nos explican su funcionamiento. Varias especialidades médicas la utilizan para sus tratamientos: acupuntura, homeopatía, ayurveda, medicina china, etc.
Los medicamentos homeopáticos actúan estimulando esta fuerza vital.